jueves, 24 de marzo de 2011

CÓMO ARREGLAR EL MUNDO



CÓMO ARREGLAR EL MUNDO

Un científico vivía preocupado con los problemas del mundo y estaba resuelto a encontrar medios para disminuirlos. Pasaba días encerrado en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas.

Cierto día, su hijo, de siete años, invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, intentó hacer que el hijo fuera a jugar a otro sitio.

Viendo que sería imposible sacarlo de allí el padre procuró algo para darle al hijo con el objetivo de distraer su atención...

De repente tomó un planisferio de una revista, y, con una tijera, recortó el mapa en varios pedazos. Junto con un rollo de cinta adhesiva lo entregó al hijo diciendo:

—¿A ti te gustan los rompecabezas? Entonces voy a darte el mundo para arreglarlo. Aquí está el mundo todo roto. ¡Mira si puedes arreglarlo bien! Hazlo todo solo.

Calculó que al niño le llevaría días para recomponer el mapa. Algunas horas después, oyó la voz del hijo que le llamaba calmamente:

—Padre, padre, ya he hecho todo. ¡Conseguí terminar todo!

Al principio el padre no dio crédito a las palabras del hijo:

"¿Sería imposible a su edad haber conseguido recomponer un mapa que jamás había visto?"

Entonces el científico levantó los ojos de sus anotaciones seguro que vería un trabajo digno de un niño.

Para su sorpresa el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus sitios. ¿Cómo sería posible? ¿Cómo el niño había sido capaz?

—Tú no sabías cómo era el mundo, hijo mío. ¿Cómo lo conseguiste?

—...Padre, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando tú quitaste el papel de la revista para recortar, yo vi que del otro lado había la figura de un hombre... Cuando tú me diste el mundo para arreglarlo, yo lo intenté pero no lo conseguí. Fue entonces que me acordé del hombre, di vuelta a los recortes y empecé a arreglar el hombre, que yo sabía cómo era. Cuando conseguí arreglar el hombre, di vuelta a la hoja y encontré que había arreglado al mundo...

La clave: ¡Cambiar yo para que cambie el mundo!

Autor Desconocido

1 comentario:

Angélica dijo...

Excelente moraleja!!!!