jueves, 25 de octubre de 2012
EL TRIUNFADOR...
Cuando el egoísmo no limite tu capacidad de amar...
Cuando confíes en ti mismo, aunque todos duden de ti, y dejes de preocuparte por el qué dirán...
Cuando tus acciones sean tan concisas en duración como larga en resultados...
Cuando puedas renunciar a la rutina sin que ella altere el metabolismo de tu vida...
Cuando sepas distinguir la sonrisa de la burla, y prefieras la eterna lucha que la compra de la falsa victoria...
Cuando ser espontáneo te libre del método...
Cuando actúes por convicción y no por adulación...
Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza, y rico sin perder tu humildad...
Cuando sepas perdonar, tan fácilmente como ahora te disculpas...
Cuando puedas caminar junto al pobre sin olvidar que es un hombre y junto al rico sin pensar que es un Dios...
Cuando sepas enfrentarte a tus errores tan fácil y positivamente como a tus aciertos...
Cuando halles satisfacción compartiendo tu riqueza...
Cuando sepas manejar tu libertad, para pensar, hablar, leer, escribir y hasta escuchar sin caer en los excesos...
Cuando sepas obsequiar tu silencio a quien no te pide palabras, y tu ausencia a quien no te aprecia...
Cuando ya no debas sufrir para conocer la felicidad y no seas capaz de cambiar tus sentimientos o tus metas, por el placer...
Cuando no trates de hallar las respuestas en las cosas que te rodean, sino en tu propia persona...
Cuando aceptes los errores, cuando no pierdas la calma...
Entonces, y sólo entonces, serás un Triunfador!
ESTAMOS DE PASO (Gonzalo G. González)
En el siglo pasado un turista visitó al famoso rabino polaco Hofetz Chaim.
Se quedó asombrado al ver que la casa del rabino consistía sencillamente en una habitación atestada de libros.
El único mobiliario lo constituían una mesa y una banqueta.
-Rabino, ¿Dónde están tus muebles?, preguntó el turista.
-¿Dónde están los tuyos?, replicó Hofetz.
-¿Los míos?, pero si yo sólo soy un visitante... estoy aquí de paso.
-Lo mismo que yo, dijo el sabio rabino.
El despego es una cualidad de los que saben que estamos acá de paso y son libres sin aferrarse a las cosas.
Si aprecias más la riqueza interior que la exterior vives sencillamente y vives profundamente.
Somos peregrinos.
Avanzamos mucho cuando caminamos ligeros de equipaje
By Gonzalo Gallo González
de "Oasis Para Vivir Más y Mejor"
PROPUESTA (Jorge Bucay)
Estar en pareja ayuda a nuestro crecimiento personal. A ser mejores personas, a conocernos más.
La relación suma.
Por eso vale la pena.
Vale... la PENA (es decir, vale penar por ella).
Vale el sufrimiento que genera.
Vale el dolor con el que tendremos que enfrentarnos.
Y todo eso es valioso porque cuando lo atravesamos, ya no somos los mismos, hemos crecido, somos más conscientes, nos sentimos más plenos.
La pareja no nos salva de nada, no debería salvarnos de nada.
Muchas personas buscan pareja como medio para resolver sus problemas. Creen que una relación íntima los va a curar de sus angustias, de su aburrimiento, de su falta de sentido.
Esperan que una pareja llene sus huecos.
¡Qué terrible error!
Cuando elijo a alguien como pareja con estas expectativas, termino inevitablemente odiando a la persona que no me da lo que yo esperaba.
¿Y después?
Después quizás busque a otra, y a otra, y a otra...
o tal vez decida pasarme la vida quejándome de mi suerte.
La propuesta es resolver mi propia vida sin esperar que nadie lo haga por mi.
La propuesta es, también, no intentar resolverle la vida al otro.
Encontrar a otro para poder hacer un proyecto juntos, para pasarla bien, para crecer, para divertirnos, pero no para que me resuelva la vida.
Pensar que el amor nos salvará, que resolverá todos nuestros problemas y nos proporcionará un continuo estado de dicha o seguridad, solo nos mantiene atascados en fantasías e ilusiones y debilita el auténtico poder del amor, que es transformarnos.
Y nada es más esclarecedor que estar con otro desde ese lugar, nada es más extraordinario que sentir la propia transformación al lado de la persona amada.
En vez de buscar refugio en una relación, podríamos aceptar su poder de despertarnos en aquellas zonas en que estamos dormidos y donde evitamos el contacto desnudo y directo con la vida. La virtud de ponernos en movimiento hacia adelante mostrándonos con claridad en qué aspecto debemos crecer.
Para que nuestras relaciones prosperen, es menester que las veamos de otra manera; como una serie de oportunidades para ampliar nuestra conciencia, descubrir una verdad más profunda y volvernos humanos en un sentido más pleno.
Y cuando me convierto en un ser completo, que no necesita de otro para sobrevivir, seguramente voy a encontrar a alguien completo con quien compartirlo que tengo y lo que él tiene.
Ese es, de hecho, el sentido de la pareja.
No la salvación, sino el encuentro.
O mejor dicho, los encuentros.
Yo contigo.
Tú conmigo.
Yo conmigo.
Tú contigo.
Nosotros, con el mundo.
By Jorge Bucay.
de "Amarse con los Ojos Abiertos"
viernes, 5 de octubre de 2012
HOY ES UN BUEN DÍA PARA EMPEZAR
Cancelar mis deudas y reorganizar.
Comer a mis horas y dejar de fumar, antes de que el cuerpo empiece a reclamar.
Hoy es un buen día para respetar, a ese rayo de sol que me viene a despertar.
Y dejar todo atrás, lo mejor será empezar.
Hoy es un buen día para empezar, hacer borrón cuenta nueva y dejar todo atrás.
Hoy es un buen día para saludar, a mi peor enemigo y decirle que tal.
Y dejar todo atrás lo mejor será empezar.
Porque el balance de las cuentas de la cosa existencial, arrojan un terrible saldo, que se llama soledad.
Por eso es que es un buen día para empezar.
Porque hasta hoy he sido solo una ensarta de moléculas.
Un sube y baja de la sangre, un armazón de calcio con articulación.
Porque hasta hoy he sido solo algo que llena la nada.
O quizá solo el juguete predilecto de algún niño extraterrestre que juega conmigo a los humanos.
Hoy es un buen día para empezar, que mas da lo que fuere, frente a lo que vendrá.
Tirar los rencores en algún lugar, que de tanto acumularse, me van a reventar.
Hoy es un buen día para olvidar, todas aquellas cosas que me hicieron llorar.
Y dejarlas atrás lo mejor será empezar.
Y olvidar los problemas económicos que redundaron en gastronómicos.
Y mis ansias de poder, que pretendían trascender.
Por eso es que es un buen día, para empezar.
TÁCTICA Y ESTRATEGIA (Mario Benedetti)
Mi táctica es mirarte
aprender como eres
quererte como eres
mi táctica es hablarte y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé con qué pretexto
pero quedarme en ti
mi táctica es ser franco
y saber que eres franca
y que no nos vendamos simulacros
para que entre los dos
no haya telón ni abismos
mi estrategia es en cambio
más profunda y más simple
mi estrategia es que
un día cualquiera no sé cómo
ni sé con qué pretexto
por fin me necesites.
By MARIO BENEDETTI
SON ESTRELLAS
Que se protejan las gentes,
las nubes y las estrellas
y que se vistan de lujos
las colas de los cometas
que una luz nueva ha nacido,
y esa luz es de la tierra.
Ilumina al universo
palideciendo la esfera del astro rey,
si, del sol, ese que a todos calienta.
Pero esa luz diferente,
esa luz que hoy nace nueva,
la he visto yo en tus pupilas.
Un universo que estrenas
en explosión que, silente
ha nacido cuando apenas
se han unido nuestras almas
convirtiéndose en... Estrellas.
LA MUJER DE LA LIMPIEZA
Durante el segundo mes en el colegio de primaria, nuestro profesor nos dio un test.
Yo era un alumno concienzudo y rápidamente conteste a todas las preguntas, hasta que leí la última:
¿Cómo se llama la mujer que limpia el colegio?
Seguramente era una broma.
Había visto la mujer de la limpieza en varias ocasiones. Era alta, con el pelo moreno, cincuentona,
¿pero como iba a saber su nombre?
Entregué la hoja, dejando la última pregunta sin contestar.
Antes del fin de la clase, un alumno preguntó si se contaba la última pregunta en la nota final del test.
-Por supuesto que sí- dijo el profesor –En vuestras vidas profesionales conoceréis a muchas personas. Todas son importantes. Merecen vuestra atención y preocupación, aun si solo les sonreís y decís Hola`.
-Nunca he olvidado aquella lección. También aprendí que se llamaba Dorotea.
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