lunes, 19 de septiembre de 2011
DECIDÍ TRIUNFAR (Walt Disney)
Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar...
Decidí no esperar a las oportunidades, sino yo mismo buscarlas.
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución.
Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.
Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.
Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no era más que mis propias debilidades. Y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos.
Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar.
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui. Me dejó de importar quién ganara o perdiera. Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima. Sino jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien Amigo.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento. El amor es una filosofía de vida.
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados. Y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz sino vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas.
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.
Desde aquel día ya no duermo para descansar.
Ahora simplemente duermo para soñar...
COLOR DE AMOR
CASTILLOS EN EL AIRE
Usar nuestra locura nos permitirá ser cada vez un poco más libres te deseo toda la locura o libertad...
Quiso volar igual que las gaviotas, libre en el aire, por el aire libre y los demás dijeron,
"¡pobre idiota, no sabe que volar es imposible!".
Mas él alzó sus sueños hacia el cielo y poco a poco, fue ganando altura y los demás, quedaron en el suelo guardando la cordura.
Y construyó, castillos en aire a pleno sol, con nubes de algodón, en un lugar, adonde nunca nadie pudo llegar usando la razón.
Y construyó ventanas fabulosas, llenas de luz, de magia y de color y convocó al duende de las cosas que tiene mucho que ver con el amor.
Y por abrir ventanas fabulosas, llenas de luz, de magia y de color y convocar al duende de las cosas que tienen mucho que ver con el amor.
Acaba aquí la historia del idiota que por el aire, como el aire libre, quiso volar igual que las gaviotas..., pero eso es imposible..., ¿o no?...
La conclusión, es clara y contundente, lo condenaron por su chifladura a convivir de nuevo con la gente, vestido de cordura.
Por construir castillos en el aire a pleno sol, con nubes de algodón en un lugar, adonde nunca nadie pudo llegar usando la razón.
En los demás, al verlo tan dichoso, cundió la alarma, se dictaron normas, "no vaya a ser que fuera contagioso..." tratar de ser feliz de aquella forma.
Siempre se paga un precio muy alto por querer ser libre y sentirse dichoso.
No claudiques avanza!
Sé feliz!
Construye, sin importarte, "tus castillos en el aire" no importa que crean que has perdido la "cordura".
Muchas veces vale la pena alzar los "sueños hasta el cielo"...
Antes que convivir con "el resto de la gente".
No temas: no es contagioso...
Sólo unos pocos privilegiados pueden hacerlo.
PALABRAS Y POESÍAS (Walt Whitman)
No dejes de creer que las palabras
y las poesías sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña,
nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
tú puedes aportar una estrofa.
No dejes de soñar, porque en sueños es libre el hombre.
LA VIDA NO ES FÁCIL PERO HAY QUE SEGUIR
La vida es una aventura que se nos permite vivir en ella. Podemos hacer cosas buenas y cosas malas, como también podemos ser felices o infelices.
¿Pero quien dijo que tenemos que ser infelices cuando algo no nos sale bien, o al menos como queremos?
Yo he aprendido que la vida es bella y que cuando estamos llenos de salud y rodeados de gente que nos quiere y que a veces depende de nosotros.
Tenemos que agradecer la oportunidad de vivir.
No es fácil seguir después de que alguien que tu creías que era tu mundo, que con esa persona serías feliz ya no está contigo.
Las circunstancias pudieron ser diferentes en cada quien, pero no todo se queda ahí, tenemos que seguir adelante, porque nadie está obligado a querernos para siempre.
Pero si nosotros amamos, no lo dejemos de hacer. No sabemos si tendremos la oportunidad de volverlo hacer, y si tienes la oportunidad de volver a querer y que te quieran adelante, el amor se hizo para disfrutarlo y vivirlo intensamente.
Piensa que hay muchas personas en el mundo que no han gozado del privilegio de amar y ser amados, de llorar por un amor, de vivir intensamente una relación, dale gracias a DIOS que tienes vida y vívela que no somos inmortales, vive, ríe, llora, ama, perdona, recuerda, olvida...
EL PESO DEL RENCOR (María Eloísa Herrera)
El tema del día era el resentimiento, y el maestro nos había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico. Ya en clase elegimos una papa por cada persona a la que guardábamos resentimiento.
Escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas.
El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa de papas.
Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo.
El fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario y como mientras ponía mi atención en ella para no olvidarla en ningún lado, desatendía cosas que eran más importantes para mi.
Todos tenemos papas pudriéndose en nuestra mochila sentimental. Este ejercicio fue una gran metáfora del precio que pagaba a diario por mantener el resentimiento por algo que ya había pasado y no podía cambiarse.
Me di cuenta que cuando me llenaba de resentimiento, aumentaba mi stress, no dormía bien y mi atención se dispersaba. Perdonar y dejarlas ir me lleno de paz y calma, alimentando mi espíritu. La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando.
Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.
El perdón es una expresión de amor. El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo. No significa que estés de acuerdo con lo que paso, ni que lo apruebes.
Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causan dolor o enojo.
La falta de perdón te ata a las personas con el resentimiento. Te tiene encadenado. La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes.
El perdón es una declaración que puedes y debes renovar a diario. Muchas veces la persona mas importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas.
La declaración del perdón es la clave para liberarte. ¿Con qué personas estás resentido? ¿A quiénes no puedes perdonar? ¿Eres tu infalible y por eso no puedes perdonar los errores ajenos?
Perdona para que puedas ser perdonado, recuerda que con la vara que mides, serás medido...
Aligera tu carga y estarás más libre para moverte hacia tus objetivos.
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