sábado, 2 de julio de 2011
ESTABLECE TUS PRIORIDADES
ESTABLECE TUS PRIORIDADES
Un experto estaba dando una conferencia a un grupo de profesionales. Para dejar en claro un punto, utilizó un ejemplo que los profesionales jamás olvidaron. Parado frente al auditorio de gente muy exitosa dijo:
—Quisiera hacerles un pequeño examen...
De abajo de la mesa sacó un jarro de vidrio, de boca ancha y lo puso sobre la mesa frente a él.
Luego sacó una docena de rocas del tamaño de un puño y empezó a colocarlas una por una en el jarro.
Cuando el jarro estaba lleno hasta el tope y no podía colocar más piedras preguntó al auditorio:
—¿Está lleno este jarro? Todos los asistentes dijeron:
¡Sí!
Entonces dijo:
—¿Están seguros?, y sacó de abajo de la mesa un balde de piedras pequeñas. Echó un poco de piedras en el jarro y lo movió haciendo que las piedras pequeñas se acomoden en el espacio vacío entre las grandes. Cuando hubo hecho esto preguntó una vez más:
—¿Está lleno este jarro?
Esta vez el auditorio ya suponía lo que vendría y uno de los asistentes dijo en voz alta:
—Probablemente no.
—Muy bien, contesto el expositor.
Sacó de debajo de la mesa un balde lleno de arena y empezó a echarlo en el jarro.
La arena se acomodó en el espacio entre las piedras grandes y las pequeñas. Una vez más preguntó al grupo:
—¿Está lleno el jarro? Esta vez varias personas respondieron a coro:
—¡No! Una vez más el expositor dijo:
—¡Muy bien!, luego se sacó una jarra llena de agua y echó agua al jarro hasta llenarlo.
Cuando terminó, miro al auditorio y preguntó:
—¿Cuál creen que es la enseñanza de esta pequeña demostración?
Uno de los espectadores levantó la mano y dijo:
—La enseñanza es que no importa qué tan lleno esté tu horario, si de verdad lo intentas, siempre podrás incluir más cosas...
—No, replicó el expositor, ésa no es la enseñanza. La verdad que esta demostración nos enseña es que si no pones las piedras grandes primero, no podrás ponerlas en ningún otro momento.
¿Cuáles son las piedras grandes en tu vida?...
tu familia, tu fe, tu educación o tus finanzas?,
¿alguna causa que desees apoyar?,
¿enseñar lo que sabes a otros?
Recuerda poner esas piedras grandes primero o no encontrarás un lugar para ellas.
Tómate el tiempo para clarificar cuales son tus prioridades y revisa cómo usas tu tiempo para que no se te quede ninguna afuera, o lo que es peor, que te veas obligado a sacar una piedra grande para poder meter arena.
Cuando acomodas las prioridades en tu vida y les dedicas un tiempo de tu tiempo, éstas alcanzan para todo.
COMO EL LAPÍZ
COMO EL LAPÍZ
El niñito miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado le preguntó:
-¿Abuelo, estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, por casualidad, una historia sobre mí?
El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto:
-Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras, es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.
El nieto miró el lápiz intrigado, y no vio nada de especial en él, y preguntó:
-¿Qué tiene de particular ese lápiz? El abuelo le respondió:
-Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán siempre de ti una persona en paz con el mundo.
Primera cualidad:
Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. Esta mano la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad.
Segunda cualidad:
De vez en cuando necesitas dejar lo que estás escribiendo y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final, estará más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.
Tercera cualidad:
El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.
Cuarta cualidad:
Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.
Quinta cualidad:
Siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará trazos. Por eso intenta ser consciente de cada acción.
REGLAS PARA EL SER HUMANO
REGLAS PARA EL SER HUMANO
1. Recibirás un cuerpo.
Puede gustarte o no, pero será tuyo durante todo el tiempo que estés aquí.
2. Aprenderás lecciones.
Estás inscrito en una escuela informal de tiempo completo llamada vida. En esta escuela cada día tendrás la oportunidad de aprender clases. Es posible que las lecciones te gusten o que te parezcan irrelevantes y estúpidas.
3. No hay errores, sólo lecciones.
El crecimiento es un proceso de prueba y error: es una experimentación.
Los experimentos fallidos forman parte del proceso en igual medida que el experimento que funcione bien.
4. Una lección se repite hasta aprenderla.
Una lección se presentará de varias maneras hasta que la aprendas.
Una vez que la hayas aprendido, puedes pasar a la siguiente.
5. Las lecciones no tienen fin.
No hay nada en la vida que no contenga sus lecciones.
Si estás vivo, siempre tendrás algo que aprender.
6. "Allí" no es mejor que "aquí".
Cuando tu "allí se convierte en un "aquí", simplemente tendrás otro "allí" que de nuevo parecerá mejor.
7. Los otros no son más que tus espejos.
No puedes amar u odiar algo en otra persona a menos que refleje algo que amas u odias en ti mismo.
8. Lo que haces en tu vida depende de ti.
Tienes todas las herramientas y los recursos que necesitas. Lo que hagas con ellos depende de ti. La decisión es tuya.
9. Tus respuestas están dentro de ti.
Las respuestas a los interrogantes de la Vida están en tu interior.
Todo lo que debes hacer es mirar, escuchar y confiar.
10. Olvidarás todo esto.
11. Siempre que quieras, puedes recordarlo.
LAS DOS CARAS DE LA MONEDA (Juan Luis Hdez. Lara)
LAS DOS CARAS DE LA MONEDA
Tú vales más de lo que tu mismo crees...
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Hay ciertos momentos y circunstancias en las cuales debemos valorar que cara debemos poner, situaciones en las cuales debemos reconsiderar nuestra capacidad de adaptación y en donde debemos valorarnos a nosotros mismos, sin importar el que dirán sino mas bien el:
¿Qué deseo yo?...
Empecemos por detenernos un momento para amarnos a nosotros mismos.
¡Abracémonos y felicitémonos por lo lejos que hemos llegado!
Tal vez lo hayas hecho bien hoy, o tal vez hiciste bien algo hace poco. Ahora es buen momento para que reconozcas las cosas buenas que hayas hecho por ti mismo.
Siempre es buen momento para que te felicites por haber sentido amor y haber hechos cosas por ti mismo y por los que te rodean.
Aprendemos que, cuanto más amor demos del que tenemos, más amor por uno mismo requeriremos, fuertes cimientos de amor sobre los cuales dar.
Podría decirse que un amor sin fin sería el que se extrae a través de la conexión constante con la fuente. ¡Y así es!
El amor está esperando a la vuelta de cualquier esquina si te das la vuelta y lo buscas. Pero a menudo todo se estanca con las cargas que suelen provenir de esas partes tuyas que no sientes que sean lo suficientemente buenas.
¡Pero esas cosas son las que te mantienen desconectado!
En realidad siempre estás conectado, pero no siempre sientes que sea así. Y entonces, todas esas cosas que normalmente haces no te parecen tan bien como de costumbre debido al modo en el que te sientes. Te preguntas:
'¿dónde está mi alegría?'.
¡Nunca te abandona!
Sigue estando ahí.
Lo único que pasa es que estás mirando la otra cara de la moneda.
La moneda que tiene y que resiste las imperfecciones debidas a su uso y deterioro.
Por consiguiente, la moneda tiene dos caras, pero se tiende a ver una y no ambas al mismo tiempo.
Tal vez seas capaz de hacerlo. Pero puede que necesites una pequeña visualización. ¿Puedes estar en dos lugares a la vez?
Tal vez puedas hacer que la moneda gire muy deprisa y ver sus dos caras al mismo tiempo. Pero, en realidad, estás viendo una de las caras o la otra.
Puedes acortar la cantidad de tiempo que estés mirando cada una de las caras si la haces girar muy rápido, pero todavía estarás teniendo dos caras.
¿A qué cara estás mirando?
Siempre hay dos maneras de ver las cosas.
Positiva o negativa.
¿Puedes cambiar de un comentario del tipo 'no puedo' a otro del tipo 'puedo' para decir la misma cosa? ¡Seguro que puedes! Es fácil.
Avancemos. Hablemos de lo que pasa cuando se empieza a ver el lado positivo de la moneda.
Empiezas a ver esa cara de la moneda y te das cuenta de que, si te centras en ella, ¡te llegas a olvidar hasta de que la otra cara sigue estando ahí! Pero ahí está. Sólo que ahora mismo no la estás mirando.
¿Y qué pasa con el canto de la moneda en el que ambas caras se encuentran?
Estamos hablando de una parte muy delgada que se ve a duras penas cuando agarras la moneda por el borde y la pones de canto.
Es bueno mirar también esa parte. Pero, en realidad, tampoco puedes tener la experiencia completa de ver ambas caras cuando miras el canto.
Por lo tanto, ¿conviene elegir una de las caras?
¡Seguro que sí!
Especialmente si se elige el lado positivo.
Puede hacerse con facilidad dándole la vuelta a la moneda en cualquier situación.
Cuando no te guste lo que veas, dale la vuelta.
Míralo por el otro lado, a ver qué te parece, cómo lo sientes y lo diferentes que son las cosas.
Es la misma situación –la misma moneda- aunque sea tan diferente de la que contemplamos previamente.
¿Es la moneda lo que ha cambiado?
¿O has cambiado tú?
¿Le diste la vuelta a la moneda?
¿Te vi yo hacerlo?
¿O le diste la vuelta tú solo? Hmm.
Muy interesante, date la oportunidad de cambiar en el momento exacto y de que otros vean que no solo tienes una cara, que vales mucho más por tener la capacidad de cambiar de acuerdo a las circunstancias y de decir…
'Si puedo hacerlo porque merezco ganarlo'…
Juan Luis Hdez. Lara
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